Aunque
está considerado un género literario, un ensayo está compuesto por una serie de
divagaciones, generalmente de carácter crítico, en la cuales el autor expresa
sus ideas acerca de un tema concreto. Se escribe en prosa y su longitud suele
ser breve.
Hay
muchos tipos diferentes de ensayos (que expondré en próximas entradas) pero
todos tienen básicamente la misma estructura:
1. Presentación
general del tema acerca del que vamos a hablar en nuestro ensayo. Esta parte de
nuestro escrito debe captar el interés del lector. Puedes empezar contando una anécdota sobre algún hecho real o imaginario, con
preguntas retóricas relacionadas con el tema… etc. Si no
se te ocurre nada con lo que empezar a escribir, continúa con la siguiente
parte del ensayo. Una vez terminado, te resultará más fácil escribir el
principio.
2.
El cuerpo del ensayo, es decir, uno o varios párrafos que desarrollen el tema
general. Deben estar agrupados por ideas. Cada idea se desarrollará en un
párrafo diferente. Esta parte puede tener la longitud deseada.
3.
El final del ensayo, que debe estar compuesto por un párrafo que resuma la idea
principal de tu ensayo o que presente una conclusión. En algunos casos, el
párrafo final es similar al párrafo introductorio con la única diferencia de
que está escrito con diferentes palabras
Si hacéis
clic en el siguiente enlace, podréis ver un ejemplo de ensayo en el que se
diferencian perfectamente las partes de las que os he hablado en esta entrada:
En próximas
entradas, hablaremos de diferentes tipos de ensayos y os daré sugerencias acerca
de vocabulario útil que podéis utilizar cuando escribáis un ensayo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario