Como ya mencioné en la última entrada del blog,
hoy, día 22 de febrero de 2013, es el cumpleaños de George Washington, uno de los presidentes más importantes de la historia americana.
Es por ello, que esta
entrada repasaremos tanto la vida de este presidente como los logros que
consiguió llevar a cabo en el tiempo en el que gobernó el país. De esta forma,
entenderemos mejor su importancia en la historia americana.
George Washington
nació el 22 de febrero de 1732 en Westmoreland (Virginia) en el seno de una
familia que poseía plantaciones por lo que desde muy pequeño recibió la
educación propia de un caballero virginiano del siglo XVIII. Entre otras cosas,
aprendió los valores morales, modales y los conocimientos culturales que se
requerían a un caballero de este siglo aunque nunca en un entorno formal
(escuela).
Desde muy joven se
interesó en la política de su país. De esta forma llegó a defender los
intereses de su tierra, oponiéndose a los pagos de los nuevos impuestos y el
autoritarismo impuesto por la metrópoli (Gran Bretaña) en la Asamblea de su
estado. Cuando surgió el conflicto entre Gran Bretaña y sus colonias, George
Washington asistió como representante de Virginia en el Primer Congreso
Continental que se reunió en Filadelfia en 1774 para defender una posición
unitaria contra la metrópoli.
Al año siguiente
(1775), el Segundo Congreso le eligió por unanimidad comandante en jefe del
ejército que habían de formar las colonias para luchar por su independencia. Pareció
apropiado para el cargo por su experiencia militar, por su buena reputación
entre los notables del Sur (zona más afectada por el conflicto con la metrópoli)
y por su demostrada capacidad de gestión, que le había llevado a ser uno de los
plantadores más ricos del país.
Desde
entonces, George Washington se dedicó con enorme esfuerzo a improvisar el
ejército del nuevo país (que había declarado su independencia en 1776),
luchando por obtener dinero, armas y reclutas, mantener la disciplina, fomentar
el entusiasmo de los soldados y hostigar al ejército británico, a pesar de no
verse respaldado por una dirección política unitaria ni un gran espíritu de
sacrificio de los colonos, obteniendo un gran número de éxitos. Su momento
llegó en 1778, cuando Francia y España prestaron su apoyo militar a la
revolución americana, lo cual le permitió asestar un golpe definitivo en la
batalla de Yorktown (1781). Gran Bretaña reconoció la independencia de sus
trece colonias de Norteamérica por la Paz de Versalles de 1783.
Lograda
la independencia, el prestigio acumulado por Washington hizo que le reclamaran
para continuar en la vida política, actuando como árbitro entre las dos
corrientes que debatían el futuro del país: los federalistas de Hamilton y los
republicanos de Jefferson lo que le llevó a ser elegido presidente inmediatamente
(1789- 1792). Cuando terminó su legislatura fue reelegido (1792 – 1796). Una vez
terminado su segundo mandato, se negó a postular para un tercero, estableciendo
así la política habitual de un máximo de dos mandatos para un presidente, que
más tarde se convirtió en ley por la 22ª Enmienda a la Constitución.
“Section 1.No person shall be elected to the office of the President more than twice, and no person who has held the office of President, or acted as President, for more than two years of a term […]”
Durante
sus dos mandatos (1789-97) puso en práctica el modelo político
liberal-democrático diseñado en la Constitución, rodeó de autoridad y
solemnidad la figura del presidente, impulsó el programa de desarrollo
económico capitalista de su secretario del Tesoro -Hamilton-, inició la
colonización de los territorios indios hacia el oeste (Kentucky, Tennessee.) y
sentó las bases de una política exterior aislacionista (rehuyendo entrar en las
guerras europeas de la Revolución francesa).
En
1793 fundó la nueva capital federal, bautizada Washington en su honor,
aunque la residencia presidencial no se trasladaría allí hasta tiempos de su
sucesor en el cargo, John Adams.
Su
discurso de despedida (cuyo contenido se
encuentra en la imagen anterior) fue una de las declaraciones más influyentes
de los valores políticos de América. Redactado por él mismo, subraya la
necesidad e importancia de la unidad nacional, el valor de la Constitución y el
Estado de Derecho así como los males de los partidos políticos y las virtudes propias
de un estado republicano. Este discurso estableció los valores americanos con
respecto a temas como la religión y los asuntos exteriores.
Después
de retirarse de la presidencia en marzo de 1797, Washington regresó Mount
Vernon y dedicó su tiempo a la agricultura.
También
formó parte del gobierno de su sucesor, John Adams. Su colaboración fue muy
importante en la planificación de un ejército provisional para atender
emergencias.
Washington
murió la noche del 14 de diciembre de 1799 en su casa a los 67 años de edad. Su
muerte fue llorada por todo el mundo: Napoleón I ordenó diez días de luto en
toda Francia y en los EEUU, miles de personas llevaron ropas de luto durante
meses. Fue enterrado en Mount Vernon.
Hoy
en día, la cara de Washington y su imagen a menudo se utilizan como símbolos
nacionales de los Estados Unido. Él aparece en la moneda actual, incluido el
billete de un dólar y la moneda de cuarto de dólar, y en los sellos postales de
los EE. UU.
Washington, junto con Theodore Roosevelt, Thomas Jefferson y Abraham Lincoln, es representado en piedra en el monumento del Monte Rushmore. (podéis encontrar más información
sobre el Monte Rushmore aquí)
(La imagen de Washington es la primera desde lado izquierdo)
El
Monumento a Washington, uno de los lugares más conocidos de América, fue
construido en su honor.
Muchas
cosas se han nombrado en honor de Washington. El nombre de Washington se
convirtió en el de la capital del país, el estado de Washington es el único
estado que lleva el nombre de un americano, la Universidad George Washington y
la Universidad Washington en San Luis en Missouri fueron nombradas en su honor,
al igual que la Universidad Washington y Lee (a veces «Washington Academy»),
que fue rebautizada por las donaciones de Washington en 1796 e innumerables
ciudades y pueblos de América cuentan con una calle de Washington entre su
callejero.
En
el Gran Sello de los Estados Confederados de América, George Washington ocupa
una prominente posición, a caballo, en la misma posición que una estatua suya
en Richmond (Virginia).
Como habréis podido comprobar, la importancia de este presidentes está mas que justificada en la historia americana. Es por ello que han convertido la celebración de su cumpleaños en fiesta nacional (President's Day).
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